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¿Sábanas de percal o satén?

¿Cuáles son mejores: las sábanas de percal o satén?. Es una de las preguntas más típicas, sobretodo cuando estás pensando en comprar sábanas de algodón. En este post intentaremos sacarte de dudas.

Antes que nada, aclarar que el percal y el satén no son dos tipos de tela, sino dos técnicas de tejido distintas.

En ambos casos, originalmente se creaban tejidos de percal de algodón y satén de algodón. A día de hoy, se pueden crear telas de percal o satén a partir de varias fibras, tanto naturales como sintéticas.

Tanto el percal como el satén son técnicas de tejido de plana o calado. Se diferencian por el entrelazado existente entre los hilos horizontales (tramas) y los hilos verticales (urdimbre).

Todos los tejidos tienen dos caras: la cara y el revés. Hay tejidos que tienen ambas caras iguales y otros, sin embargo, que tienen la cara y el revés distintos.

El tejido percal

Se trata de una técnica de tejido de plana o calado con ligamento tafetán. Este tipo de tejido le confiere firmeza a la tela resultante, así como una textura y terminado fino, suave y polvoriento (mate).

El tejido satén

Las sábanas de satén tienen una apariencia elegante y lujosa. En este caso, el ligamento o entrelazado de los hilos (urdimbre y trama) es menos compacta que en el caso del percal, por lo que se trata de un tejido menos firme. La cara superior de las telas resultantes es lustrosa, levemente resbaladiza, suave y bastante duradera.

Las mejores sábanas con tejido satén se confeccionan con fibras de algodón egipcio mercerizado. El mercerizado le da un brillo extra al algodón, más lustre y, además, fortalece las fibras. Asimismo, las hace más aptas para el proceso de tintura.

Las sábanas de satén de menor calidad utilizan algodón más convencional sometido a un proceso de calandrado, proceso más barato que le confiere brillo al algodón pero que se pierde con el tiempo.

¿Cuáles son mejores: las sábanas de percal o de satén?

Es una cuestión de gustos, dado que ambos tejidos tienen grandes propiedades. Quien busque un acabado más discreto seguramente se decantará por sábanas de percal, con acabado mate y quienes, por contra, busquen un efecto más llamativo preferirán las sábanas de satén, con acabado brillo.

Las sábanas de satén y percal confeccionadas con fibras naturales se arrugan más que las variantes fabricadas con fibras sintéticas o fibras de mezcla (la mezcla más habitual es 50% algodón y 50% poliéster). A cambio, las fibras naturales proporcionan mucha más suavidad.

El satén tiene un tacto más suave y resbaladizo, más «satinado». El percal tiene un tacto suave más polvoroso, más algodonoso.

Las sábanas de percal funcionan mejor para climas cálidos o para verano, dado que transpiran mejor.

La ropa de cama de percal es más duradera que las prendas de cama de satén, gracias a su estructura más firme y tupida (tiene más entrelazados que el satén). Es más probable que se rasgue o que se deshilache una sábana de satén que una de percal.

A igualdad de calidad, las sábanas de satén son un poco más caras.

Habitualmente, las sábanas de satén tienen un conteo de hilos mayor que las de percal. Esto se debe a la necesidad de apretar lo más posible los hilos para reducir el riesgo de enganchones. Por este motivo, las sábanas de percal se sienten más ligeras que las de satén.

¿Qué sábanas utilizan en ese hotel de lujo:sábanas de percal o satén?

Pues en general, los hoteles de lujo se decantan por sábanas de satén de algodón egipcio 100%, con un conteo superior a los 600 hilos. ¿Por qué?. Porque el alto conteo de hilos compensa parcialmente la menor vida útil del satén respecto al percal, porque el tacto a la piel es más sedoso y suave y porque tienen una presencia más lujosa.